Perder el celular no sería problema si la gente fuera honesta y los regresara.

Hoy salí a pasear a Pompom y creí llevar mi celular, pero cuando iba a medio camino me dí cuenta que no lo traía. Demonios. Es una de esas ocasiones en que se tienen esas pérdidas fatales de memoria a corto plazo: ¿dónde dejé las llaves? ¿me traje o no el celular? ¿dónde está el control de la televisión? Cuando justo unos minutos antes, los habías visto o tenido en tus manos. Odio eso, sobre todo porque me pasa muy seguido. Eso de perder cosas me da mucho miedo, tanto que tengo pesadillas sobre ello. Vamos, no soy una persona acaudalada, y las pocas cosas que tengo han costado mucho trabajo. Entonces, caminé muy rápidamente (tan rápidamente que me dolió un chingo mi espinilla, sí, cuando camino rápido o corro me duele la espinilla, mi teoría es que este dolor es producto de mis pies chuecos) y regresé, y ví que mi celular estaba a salvo en la mesita de la entrada de mi casa.

Mientras regresaba rápidamente pensaba que porqué debía angustiarme tanto por la posibilidad de perder el celular. Demonios, si la gente no fuera tan culera no habría problema. Perder dinero o cualquier otra cosa que no tenga tu número o una manera de localizarte es lógico que no lo puedes recuperar, pero en teoría si pierdes tu celular, a menos que un auto lo arrolle o algo lo destruya, debería regresar a tus manos, pues lógicamente al llegar a tu casa lo primero que haces es marcar a tu número a ver si tienen la bondad de regresártelo, ¡ja! lo que menos regresa la gente son los celulares. Pinche gente ratera y deshonesta y culera.

En fin, esa es mi reflexión profunda de hoy. Jaja.

La semana pasada fue genial. Empezó tranquilamente con mi resignación a que no vería a mi amor hasta el viernes, si es que. Pero luego, estando en la escuela, se decretó que no habría clases por la influenza (ya me tienen hasta la madre con su influenza) y pos me regresé a mi casa. El congreso donde andaba mi Borre se canceló y entonces regresó y lo ví antes de lo planeado. Eso fue chidísimo, pero lo más chido es que mi mamá le tiene ya tanta confianza al Borre que le prestó el carro para que nos fuéramos a dar la vuelta.. wow, nunca pensé que mi mamá haría eso. Nos dejó en shock jejeje pero fue lo mejor del mundo.

La verdad ya me enfadé del puentecito este. Es demasiado :s aparte lo peor es que no puedo ver a mi Borre, ¡lo extraño un chingo! quisiera verlo y estar con él, besarlo y abrazarlo y que me abrace bien juerte como él sabe hacerlo jejeje chale : ( pero pues ya mañana lo veré! Es lo bueno.

Se acerca mi cumpleaños, es en un mes casi. Quiero una falda, una mochila (no back pack), y algo más que ya se me olvidó jajaja.

Me voy.