Yo no busco cielos, ni estrellas.
No busco una poesía, no busco cartas llenas de amor escritas con un estilo inmejorable, no busco relatos interminables con lírica pasmosa e inigualable. No busco canciones hechas para mí, no busco promesas hermosas.
No busco un hombre lleno de acción y aventura, que me invite al paraíso y me haga saltar de un avión. No busco que me lleven a la cima del cielo, ni busco que me dibujen una nube en el fondo del mar.
Yo busco un amor verdadero. Quiero un hombre que no me escriba lo más hermoso ante los ojos de un crítico. Quiero un hombre que con hechos me demuestre lo mucho que me ama. Quiero un hombre para el cual yo sea la única mujer, que no haya ni exista nadie que me supere, pues aunque siempre habrán personas mejores y mucho mejores que yo, y él lo sepa, yo seré la única que le importa. Quiero un hombre que me ame como soy. Que cuando yo digo "vamos a Colima", diga: "Sí, ¡vamos!". No es cuestión de iniciativa, es cuestión de deseo y entusiasmo.
Yo busco algo real. No quiero un hombre con muchas amigas, eso no existe (et c'est insupportable pour moi). Quiero un hombre que me respete. Quiero un hombre que busque construir su vida conmigo, teniendo bases sólidas y fuertes. Quiero un hombre que esté dispuesto a ceder y que me ayude a yo también hacerlo. Quiero un hombre que me haga crecer, que cree junto conmigo una versión mejor de mí misma. Quiero un hombre que quiera crecer conmigo. Quiero un hombre que comparta sus pensamientos conmigo, y al que le guste que yo diga lo que pienso. Alguien que pueda ver y comprender (y amar), que así como puedo ser la más grande dulzura, también puedo partirte la cara si es necesario.
Yo busco algo tangible. Quiero alguien que no sólo quiera superarse, sino que lo haga. No me gustan los intentos. Quiero alguien responsable, honesto, que sepa priorizar. Quiero alguien que comprenda mi deseo de superarme, que vea que yo no soy una house-wife, que tengo muchas metas importantes en mi vida. Quiero alguien que comparta esas metas y que quiera que yo conozca y aporte en las suyas.
Yo busco alguien respetable. Es decir, alguien a quien yo pueda respetar. Alguien que no tema mostrarse tal cual es.
Tal vez pido demasiado. Yo sé que no. Pero, ¿sabes lo más increíble de todo esto? Que ese hombre existe, y ese hombre eres tú. He conocido hombres en mi vida, tú lo sabes, y ninguno es lo que quiero. Me prometieron el cielo y las estrellas, me escribieron cosas hermosas, me contaron las más bellas historias. Pero nada de eso era real, nada era cierto.
Tú en cambio, llegaste con las manos vacías, con nada más que tu persona y el deseo de iniciar algo bueno conmigo. Llegaste con intenciones reales. Y el fruto de eso, del trabajo duro y el enorme amor que yo tengo para tí y tú tienes para mí, es esta maravillosa relación que está a días de cumplir 11 meses. Yo no quiero que me escribas y me cantes y me recites. Yo quiero lo que eres tú, ni más, ni menos. Tú me respetas, me amas, para tí no existe nadie más (y no me lo dices, a mí me consta). Tú eres todo eso que escribo arriba. Tú eres lo que yo quiero, lo que yo amo, lo que yo soñaba. Te agradezco tu presencia en mi vida, te agradezco que tú también hayas cerrado los ojos, extendido los brazos y aventado al vacío. Ya viste que tuvo buenos resultados.
No busco un hombre lleno de acción y aventura, que me invite al paraíso y me haga saltar de un avión. No busco que me lleven a la cima del cielo, ni busco que me dibujen una nube en el fondo del mar.
Yo busco un amor verdadero. Quiero un hombre que no me escriba lo más hermoso ante los ojos de un crítico. Quiero un hombre que con hechos me demuestre lo mucho que me ama. Quiero un hombre para el cual yo sea la única mujer, que no haya ni exista nadie que me supere, pues aunque siempre habrán personas mejores y mucho mejores que yo, y él lo sepa, yo seré la única que le importa. Quiero un hombre que me ame como soy. Que cuando yo digo "vamos a Colima", diga: "Sí, ¡vamos!". No es cuestión de iniciativa, es cuestión de deseo y entusiasmo.
Yo busco algo real. No quiero un hombre con muchas amigas, eso no existe (et c'est insupportable pour moi). Quiero un hombre que me respete. Quiero un hombre que busque construir su vida conmigo, teniendo bases sólidas y fuertes. Quiero un hombre que esté dispuesto a ceder y que me ayude a yo también hacerlo. Quiero un hombre que me haga crecer, que cree junto conmigo una versión mejor de mí misma. Quiero un hombre que quiera crecer conmigo. Quiero un hombre que comparta sus pensamientos conmigo, y al que le guste que yo diga lo que pienso. Alguien que pueda ver y comprender (y amar), que así como puedo ser la más grande dulzura, también puedo partirte la cara si es necesario.
Yo busco algo tangible. Quiero alguien que no sólo quiera superarse, sino que lo haga. No me gustan los intentos. Quiero alguien responsable, honesto, que sepa priorizar. Quiero alguien que comprenda mi deseo de superarme, que vea que yo no soy una house-wife, que tengo muchas metas importantes en mi vida. Quiero alguien que comparta esas metas y que quiera que yo conozca y aporte en las suyas.
Yo busco alguien respetable. Es decir, alguien a quien yo pueda respetar. Alguien que no tema mostrarse tal cual es.
Tal vez pido demasiado. Yo sé que no. Pero, ¿sabes lo más increíble de todo esto? Que ese hombre existe, y ese hombre eres tú. He conocido hombres en mi vida, tú lo sabes, y ninguno es lo que quiero. Me prometieron el cielo y las estrellas, me escribieron cosas hermosas, me contaron las más bellas historias. Pero nada de eso era real, nada era cierto.
Tú en cambio, llegaste con las manos vacías, con nada más que tu persona y el deseo de iniciar algo bueno conmigo. Llegaste con intenciones reales. Y el fruto de eso, del trabajo duro y el enorme amor que yo tengo para tí y tú tienes para mí, es esta maravillosa relación que está a días de cumplir 11 meses. Yo no quiero que me escribas y me cantes y me recites. Yo quiero lo que eres tú, ni más, ni menos. Tú me respetas, me amas, para tí no existe nadie más (y no me lo dices, a mí me consta). Tú eres todo eso que escribo arriba. Tú eres lo que yo quiero, lo que yo amo, lo que yo soñaba. Te agradezco tu presencia en mi vida, te agradezco que tú también hayas cerrado los ojos, extendido los brazos y aventado al vacío. Ya viste que tuvo buenos resultados.
Y los seguirá teniendo. Te amo. Más que a nada, más que a nadie. Gracias.
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