sábado, noviembre 22, 2008

Después de la calma


Viene la tormenta. Pero luego la calma regresa. Generalmente, supongo.

La tormenta llegó a mi vida. Fue .. vaya, fue más de lo que esperaba. Digo, viniendo de donde vino, ciertamente esperaba una lluvia intensa pero no tamaño tormentón.

Me pegó fuerte. En el momento en que llegó no supe qué hacer. Hubo unas cuantas lluvias de advertencia, pero no anticiparon ni remotamente lo que sucedió. Y cuando sucedió me quedé, .. vaya, quedé mal. Ciertamente yo detoné el explosivo sin darme cuenta. Fue raro, raro. Doloroso, difícil, extraño, complicado, confuso, desconcertante. Pero sobre todo muy muy muy muy doloroso. A partir de ese momento dejé de ser yo misma. Mis sentimientos volvieron a huir, se escondieron en esa casita en medio del bosque de nowhere donde han residido en varias ocasiones a lo largo de mi vida. En su lugar dejaron sólo un enorme vacío, diecisiete kilos de dudas y chorro-mil preguntas, la mayoría enfocadas al "¿porqué?", "¿es posible que..?" y "¿y ahora.. qué?".

Me perdí. Y en cierto momento creí que ya no iba a regresar. Inclusive consideré el renunciar a todo, pero dentro de mí sabía que era un error, pues el hecho de que mis sentimientos hubieran huido a esconderse no significa que no existieran más. Pero entonces entraba LA cuestión, aquella que me he planteado un montón de veces en mi vida: ¿qué pesa más? ¿la razón o la emoción?

Entonces mi razón entró en acción. Lo único malo es que mi razón es muy, muuuuy fría. Y una vez que mi razón toma una decisión no hay poder humano que la convenza de lo contrario. Pensé un montón de cosas, pero sobre todo: ¿me he convertido en una estadística? ¿soy ahora una de esas mujeres de las que tanto me quejo? aquellas que me hacen renegar de mi género, y que hacen que utilicé todas y cada una de las flocklóricas expresiones contenidas en mi vocabulario para describirlas. ¿Estaba siendo una de ellas? Y, también, ¿podré manejar esta situación? ¿y si vuelve a suceder? ¿qué voy a hacer? ¿cómo la controlo? ¿podré superarla una vez más, si la supero en esta ocasión? ¿cómo puedo mejorarla? es más, ¿puedo siquiera mejorarla? Esos días actué con frialdad a mi alrededor, especialmente en ese ámbito donde la tormenta se originó.

Sentí que me iba..

Pero entonces .. la redención llegó a mí. ¿De dónde? No sé. Las personas con fé, como yo, confiamos y creemos en un alguien que está upstairs no nos deja sólos y en ese momento, cuando iba por ahí en el acá del acá con el acá, justo en ese momento sentí como si un acá entrara con fuerza en mi alma. Fue como si Dios me dijera: "tranquila, no eres una estadística, y todo va a estar bien. Confía, no tengas miedo". Y yo lo escuché y me dejé llevar. En ese instante mi alma se liberó, como si ese enorme peso se me quitara de encima y como si mis sentimientos en ese momento llegaran y patearan con fuerza la puerta mientras gritaban "¡vieja! ¡ya llegué!".

Y fui feliz. Nuevamente.

Todo vuelve a la tranquilidad que tenía antes, y como dice aquella trillada frase: lo que no mata, fortalece.

Espero.


1 Jitomatazos:

nattmørker dijo...

No pues si, asi es esto de las colisiones de Hadrones y su interaccion con los bosones... con aquello de que no tienen masa, bueno, que se puede esperar no crees?

Ademas siempre se encuentra el fantasma de la bondad humana, ese que tantas tragedias ha ocasionado, como la recesion de los 30's, el conflicto CroMagnon/Neandertales de hace 5000 años en el centro de Europa o la loca decada de los 20's. No crees?

No queda mas que darle atomos!

Whatever we mean...

 
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