¡Finalmente! ¡Soy libre!
Durante las próximas tres semanas:
No más escuela.
No más estrés.
No más malditos viajes ida-vuelta a Salamanca.
No más levantarme tempranísimo para alcanzar a peinarme.
No más caminar cuadras y cuadras para llegar a la FIMEE.
No más exámenes.
No más comer fuera.
Y es que no es que odie a mi escuela, de hecho la quiero y me gusta ser alumna de dicha institución, me gusta el reto que significan los trimestres, los exámenes seguidos, los maestros exigentes (buenos y malos), SI, por muy ñoño y nerdo que todo esto suene. Pero no me gusta la ausencia de amistades, tengo dos o tres pero de ahí en más, sigo siendo un alma solitaria, pero sobre todo, no me gusta extrañarle tanto, sí, a mi ganso, ¡es que no manches! La paso tan pero tan bien con él, no hay nadie que me comprenda mejor, no hay nadie con quien comparta más cosas, con quien tenga más temas de qué hablar, en quien confíe más, simplemente, a quien ame más, y que todo esto tenga una viceversa, por que se que todo lo que él es para mí, yo soy para él, y cuando estoy en Salamanca quisiera regresar corriendo al itesi y matricularme y volver a tener clases con él, y volver a regresar a casa con él diario de la escuela, y todo lo que implicaba estudiar juntos. Pero pues eso no volverá a ser, y no me queda más que resignarme...
OH! Gansito, te amo, te extraño, quiero pasar contigo todos los días de mi vida, quiero esa calma y esa paz que sólo tu sabes darme...
Lo siento, este post no iba a ser cursiliento pero me inspiré, y es que me encanta pensarle y escribir lo que siento por esa personita tan bella.
La semana pasada fue la super semana caótica de diciembre del dosmilseis, ya me iba a dar un tiro sobre todo el miércoles, cortesía del señor Pinales y sus pinches ideas, afortunadamente todo me salió bien (como siempre) y ahora me dedicaré a holgazanear, redecorar mi cuarto (o por lo menos limpiarlo), terminar de adornar mi casita y gastarme en Teotihuacán el dinero que me gané trabajando en la venta nocturna de Liverpool, sólo por levantar la ropa que las pinches viejas huevonas adineradas no sólo dejan en el suelo, si no que se rehúsan a levantar ("¡ay pero por qué YO, osea YO voy a levantar la ropa del suelo, ni dios lo mande!").
Pss hoy quedo a deber la fotito, ya que a causa de la mudanza de computadora y ciertos problemas en la super semana caótica de diciembre del dosmilseis, no tengo fotos en mi lap.
Durante las próximas tres semanas:
No más escuela.
No más estrés.
No más malditos viajes ida-vuelta a Salamanca.
No más levantarme tempranísimo para alcanzar a peinarme.
No más caminar cuadras y cuadras para llegar a la FIMEE.
No más exámenes.
No más comer fuera.
Y es que no es que odie a mi escuela, de hecho la quiero y me gusta ser alumna de dicha institución, me gusta el reto que significan los trimestres, los exámenes seguidos, los maestros exigentes (buenos y malos), SI, por muy ñoño y nerdo que todo esto suene. Pero no me gusta la ausencia de amistades, tengo dos o tres pero de ahí en más, sigo siendo un alma solitaria, pero sobre todo, no me gusta extrañarle tanto, sí, a mi ganso, ¡es que no manches! La paso tan pero tan bien con él, no hay nadie que me comprenda mejor, no hay nadie con quien comparta más cosas, con quien tenga más temas de qué hablar, en quien confíe más, simplemente, a quien ame más, y que todo esto tenga una viceversa, por que se que todo lo que él es para mí, yo soy para él, y cuando estoy en Salamanca quisiera regresar corriendo al itesi y matricularme y volver a tener clases con él, y volver a regresar a casa con él diario de la escuela, y todo lo que implicaba estudiar juntos. Pero pues eso no volverá a ser, y no me queda más que resignarme...
OH! Gansito, te amo, te extraño, quiero pasar contigo todos los días de mi vida, quiero esa calma y esa paz que sólo tu sabes darme...
Lo siento, este post no iba a ser cursiliento pero me inspiré, y es que me encanta pensarle y escribir lo que siento por esa personita tan bella.
La semana pasada fue la super semana caótica de diciembre del dosmilseis, ya me iba a dar un tiro sobre todo el miércoles, cortesía del señor Pinales y sus pinches ideas, afortunadamente todo me salió bien (como siempre) y ahora me dedicaré a holgazanear, redecorar mi cuarto (o por lo menos limpiarlo), terminar de adornar mi casita y gastarme en Teotihuacán el dinero que me gané trabajando en la venta nocturna de Liverpool, sólo por levantar la ropa que las pinches viejas huevonas adineradas no sólo dejan en el suelo, si no que se rehúsan a levantar ("¡ay pero por qué YO, osea YO voy a levantar la ropa del suelo, ni dios lo mande!").
Pss hoy quedo a deber la fotito, ya que a causa de la mudanza de computadora y ciertos problemas en la super semana caótica de diciembre del dosmilseis, no tengo fotos en mi lap.
1 Jitomatazos:
Jajaja hay amor :)
Te amo preciosa, te extraño muchísimo, ya quiero verte.
Gracias por escribir cursilerias sobre mi jaja.
Ya sabes que yo tambien siento lo mismo por ti, estoy feliz de estar contigo y feliz de que éste 21 de Diciembre sean tres años ya de que te conocí.
:D te amo
Byeeeeeeeee
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