My journey through motherhood lasted 9 weeks.
Este lunes es todo lo que podía pensar.
Tengo demasiadas emociones que no puedo expresar. Todo en esta semana ha sido pesado y confuso y solo quiero que llegue mañana y pueda gritar a los cuatro vientos: "NOS VAMOS".
Mañana entregan resultados de la beca. Si hay beca, nos vamos. Si no hay beca, no nos vamos. Tenemos todo lo necesario, llenamos todos los requisitos, metimos papeles a tiempo, incluso una semana antes de la fecha final. En Francia ya nos esperan. Las probabilidades son muy altas. Pero hasta no ver...
Y encima del estrés de la partida, añadimos: un bebé. O lo que casi fue un bebé. En mi religión nos enseñan: "la vida comienza en la concepción". Hay muchas cosas en las que no estoy de acuerdo con mi religión, aunque sigo sintiéndome e identificándome como católica. Pero una de las cosas que sí creo fervientemente es eso, la vida comienza en la concepción. Cuando hay fertilización, ya es alguien. YO creo eso. Y sé que era alguien. Alguien que no se desarrolló. ¿Por qué? No sabemos. La doctora dice que es muy común, que no nos espantemos ni nos preocupemos de más. Falla cromosómica. Embarazo anembrionado.
Tuve que tomar pastillas para que mi cuerpo se deshiciera de lo que se había formado, que ahora solo es tejido y sangre. Dolió mucho. No fue suficiente. Tuvieron que "rasparme". Dolió aun más. Hoy fui a trabajar y tuve que regresar a mi casa por que me dolía mucho. También me duele el alma, por muchas razones.
En el sentido práctico y frío, no era el mejor momento. Recordando, nunca en mi vida he sentido que sea "el momento" de tener hijos. Siempre he tenido planes, sueños, metas que no involucran hijos. Nunca he "soñado" ni anhelado ser madre. ¿Me gustaría? Claro. ¿Es indipensable en mi vida? No. Siempre he pensado que llegará el momento en que diga "ahora sí, vengan los chiquillos". Pero aun no lo he sentido así. Y ciertamente, en el momento en que la prueba dió positivo no lo sentí así. Mi mente comenzó a pensar en todo lo que tendría que cambiar en nuestro viaje. No estaba dispuesta a renunciar a mis sueños. Pensé "Dios proveerá".
No se dio, y como muchos me han dicho "por algo pasan las cosas". Tal vez. Tal vez no. Lo más probable es que haya sido una simple coincidencia. El caso es que se fue. No seré madre, no por ahora.
Estoy triste, no lo voy a negar. Muy, muy triste. En la víspera de saber si mis sueños realmente se cumplirán o no, mi mente es un desastre, mis emociones están demasiado mezcladas, y yo solo espero que mañana pueda sentirme feliz por saber que mi amor y yo estaremos cumpliendo nuestro sueño.